Crónica «La casa del caracol» – Cinco minutos de cine – 23 Festival de Cine Español de Málaga
EL CINE ES HACER EQUIPO, MACARENA ASTORGA LO HA LOGRADO.
Normalmente la infraestructura de «El arcón de Natalia» nos hace limitarnos a la Sección Oficial de Largometrajes por nuestro personal y el descanso que requiere el estar informando todos los días de los contenidos de la edición. En este caso hemos hecho un caso excepcional por la directora que lleva a cabo el proyecto, Macarena Astorga. Docente y realizadora malagueña a la que le hemos seguido la pista desde que su nombre y apellido empezaba a ser reconocible en el mundo del cortometraje, y que ahora ha apostado por su sueño para sacar su primer largometraje adelante, cuyo último día de rodaje fue el pasado sábado 22. Nos sentimos orgullosos de su lucha y del equipo artístico y técnico tan unido y extraordinario que ha comandado en estos tiempos, veloces como un cadillac sin frenos, y que en los pocos minutos que hemos visualizado el avance de «La casa del caracol», la adrenalina iba a mil saliendo nuestra emoción por doquier solamente con ese pequeño adelanto que tiene pintaza. El cine es equipo y cada fotograma va a plasmar el cariño y la ilusión que ha puesto la realizadora en ello.
El timón lo comanda Macarena Astorga pero los grumetes son dos actores que, además de profesionales, han sabido valorar el trabajo que había detrás de «La casa del caracol» para adentrarse en una historia y en un rodaje en el que estoy convencida que han dado lo mejor de su talento para los papeles asignados. Ha sido un placer ver a Paz Vega decir de Macarena Astorga que ha sido el «descubrimiento de su vida» y valorarla como persona amorosa, cariñosa, con claridad de lo que quiere contar pero además sabiéndolo transmitir. Y con una capacidad, además, que es muy apreciada por los actores y que Macarena demuestra con creces, saber escuchar. El otro bastón es Javier Rey, aquí no tenemos objetividad ninguna, le queremos y le apreciamos como persona, y admiramos muchísimo su trabajo como actor. Estoy deseando verle encarnar a Antonio Prieto, el escritor protagonista de «La casa del caracol». Le he visto apoyando a Macarena con todas sus fuerzas, recordándome ese gran y necesario apoyo que le dio a los hermanos Alenda con su película «Sin Fin», y que le valió su Biznaga como mejor actor en nuestro Festival. Ojalá se repita esta circunstancia.
El rodaje ha sido de seis semanas de intenso trabajo para lograr un thriller inquietante. Una película entretenida y dinámica. Antonio Prieto, el protagonismo del film, viaja a un pueblo del sur de Andalucía porque necesita sosiego para escribir su próxima película, y se va a encontrar personajes que harán temblar su universo. Javier Rey habla de su personaje argumentando que tiene muchísimas caras a las que trabajar, y en el film no se olvidan de ninguna. Los complejos, el miedo y el pasado. Y en el trailer hemos podido atisbar algunos, pero los personaje de este pueblo de Quintanar, perturban a Antonio Prieto y tiene toda la pinta que a los espectadores también.
Los productores son Álvaro Ariza y María Luisa Gutiérrez, junto con coproducción peruana, con la que han podido contar de manera técnica y actoral, y apostando por una ambientación que era la parte más complicada, se presupuestó adecuadamente para diferentes departamentos y todos respondían lo mismo, «cómo nos apetece que la película salga». Macarena defiende el trabajo de sus productores que han escuchado y respetado sus propuestas, pudiendo tener los ingredientes como creadora que necesitara. La querían rodar íntegramente en Andalucía y ha sido un proceso increíble para todos ellos. Una aventura en la que han contado con el protocolo como la base a seguir para que se haya logrado rodar sin ningún caso positivo, pero siempre con la tensión e incertidumbre de enfrentarte a algo desconocido. Al final la realidad ha sido más normal y se han podido cumplir los plazos y las garantías para un gran éxito que auguramos para»La casa del caracol», eso ha sido posible por la concienciación y la responsabilidad de todos ellos, ofrece un espejo al que mirar para siguientes rodajes de otras producciones, y solventar y tranquilizar las muchas preguntas acerca de cómo se pueden seguir todo el proceso de estrenar una película.
Las últimas palabras de Macarena Astorga reflejan lo que he argumentado del valor de haber podido enseñarnos la miel en los labios de su proyecto en fase de construcción pero que tiene una pinta tremenda. Y es que todos han sabido adaptarse a las circunstancias por la pasión, la dedicación y las ganas. Esto les llevará a querer tener lista «La casa del caracol» para octubre o noviembre, y así poder optar a la siguiente edición de los premios Goya. Vaya sueño, vaya regalo y vaya caramelito de Macarena a sus espectadores nos ha dejado en estos «Cinco minutos de cine». Queremos más. Bravo Macarena por superar la presión y por ese rodaje físico, emocional y brutal en todos los sentidos que te ha dado más fortaleza con esta experiencia. ¡Vamos Maca!
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