LUCIENDO PARTICULARIDADES Y SINGULARIDADES

Ernesto Alterio, Achero Mañas y Gala Aymach durante la rueda de prensa en Teatro Cervantes.
Ernesto Alterio, Achero Mañas y Gala Aymach durante la rueda de prensa en Teatro Cervantes.

La segunda película que nos encontramos en esta tercera jornada del Festival de Cine Español de Málaga es de Achero Mañas, que ha tardado diez años en estrenar desde su último trabajo fílmico. ¿La razón?. La deja bien clara antes de empezar la rueda de prensa de «Un mundo normal», «ha habido circunstancias en la vida que me han impedido hacer un proyecto de la manera que quería pero nunca me he ido del cine».

Y este ansiado proyecto tiene como dedicatoria a la propia madre de Achero y quiere resaltar las propias particularidades de las personas frente a lo generalizado que nos quiere imponer la sociedad. Una temática que como hemos señalado en anteriores crónicas, viene reflejándose tanto en «La boda de Rosa» como en «Las niñas». En este caso, Ernesto (Ernesto Alterio) cumple la última voluntad de su madre de querer ser enterrada en el mar, pero no incinerada si no de cuerpo entero, para ello hará un road trip con su hija (Gala Aymach) que se ha convertido en un descubrimiento maravilloso como intérprete, y la meto en la quiniela de posible ganadora de Biznaga junto a Paula Usero. Vaya trabajazo tan bien preparado y qué transmite simplemente con miradas o gestos hace esta joven actriz, que promete ser de las que despunten y se hable de ella.

El tono de la película era una cuestión que preocupaba al realizador y al final se decantaron por la comedia y el drama. En su metodología de trabajo, va incorporando elementos sobre una historia que está por hacer. Basa su cine en la labor de los actores y si no se dan esas condiciones prefiere no dirigir. Y no es lo que ha ocurrido con «Un mundo normal» donde las aportaciones de los actores en esa libertad que han podido tener en los ensayos y gracias a la tradición teatral de Achero Mañas, han podido descubrir muchas maneras de llegar a cada uno de los roles del guión. En el set no tienen esa libertad ya que el director les conducía desde fuera para que participaran en el proceso espiritual de la película.

Ernesto Alterio durante la rueda de prensa en Teatro Cervantes.
Ernesto Alterio durante la rueda de prensa en Teatro Cervantes.

Ernesto Alterio particulariza su experiencia en el viaje personal en el que el director le animó a participar. Lo cual fue un privilegio. Esa situación le impuso mucho respeto al principio pero enseguida al trabajar, comprobó que este reto tenía mucha calidad artística. Y que era emocionante ver al propio Achero Mañas cómo vibrada su cuerpo en determinadas escenas. Y el propio realizador bromeaba con el actor diciendo que, aunque la mirada de Ernesto era la suya, tenía que mejorar a este alter ego, no empeorarlo.

«Un mundo normal» reflexiona sobre cómo conviven las singularidades en la comunidad. Es algo, por ejemplo, que hemos podido pensar en época de pandemia donde nos hemos humanizado todos de manera salvaje y se ha convertido en una experiencia totalmente colectiva. No deberíamos dejar que el conjunto de la sociedad presione y ejerza presión sobre los comportamientos individuales. Aunque establezcamos cambios en las leyes, al final la tradición arrastra muchísimo y al ser nosotros los que nos diferencia, debemos reaccionar como los personaje del film, mostrar esa rebeldía y romper con lo que viven en el momento.

El film está dedicado a la madre de Achero Mañas que tiró la televisión por la ventana. Cuenta como anécdota que al no responder a los reclamos de su madre para ir a cenar, él solo recuerda la televisión levitando y cayendo por el bajo donde vivían, y hasta la explosión que hubo en la calle. El remate fue lo mejor, «vamos a hablar y a relacionarnos entre nosotros». A lo mejor esta anécdota no les parece que sea normal, pero como dice el propio creador, ¿cuáles son las normalidades?, porque además coincido con él que si nos dirigimos a la nueva normalidad pareciéndonos a la antigua antes de la pandemia, a mi me horroriza.

Achero Mañas durante la rueda de prensa en Teatro Cervantes.
Achero Mañas durante la rueda de prensa en Teatro Cervantes.

En «Un mundo normal» el protagonista ridiculiza el auge de las series frente a las películas. Al ser preguntado por esto, el director asevera que las series tienen un espacio que cubre lo que ya no cubre el cine. El cine como experiencia colectiva ha muerto, y las series son generalistas porque la mirada y la libertad del autor está condicionada en el contenido y en la forma. Destaca la demencialidad de la la industria del cine donde no existe una industrialización del sector, y recuerda que hay muchos directores que no pueden sacar sus proyectos. ¿Dónde está el equilibrio?. En una mesa de diálogo que llevan reclamando desde la Asociación de directores, donde deberían involucrarse más actores aunque ahora estén teniendo éxito porque no se sabe en el futuro qué les puede pasar, y hablar seriamente sobre si los contenidos audiovisuales deben ser decididos y condicionados por dos o tres personas. Tiene que vivir todo tipo de cine pero debe tener una ley que lo soporte, y se tiene que corregir que los productores vayan con los contenidos que las cadenas quieran que se hagan.

El director, además, agradece el esfuerzo del Festival por celebrarse estando en un limbo nacional como estamos, y dando ese empuje y arrojo para que se celebre. Y ya particularmente pone el acento en cada uno de los miembros artísticos del equipo por quererle, arroparle y ayudar a su reconciliación con el cine, y a su productor Gerardo Herrero, del que hace una defensa de la figura del productor con la que estoy completamente de acuerdo, su responsabilidad no es únicamente lograr financiación si no tiene que ser una persona con criterio que se exprese sobre la película que en contrato el director ha dicho que va a realizar, que se respete y se vea esa mirada sincera y honesta. Tiene que percatarse que lo que él quiera contar, esté en la película.

Una de las cosas que deja claras Achero Mañas es que nunca se ha ido del cine. Ojalá el cine no le deje nunca que se vaya. Le necesitamos por el cine ha cambiado, pero él no ha cambiado su relación con el cine. Se estrena el 11 de septiembre.

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