Entrevista Adolfo Fernández – Siveria
TENEMOS QUE TENER MUCHO CUIDADO PARA COMBATIR SOBRE TODO LA POBREZA INTELECTUAL POR UN LADO, Y ESA MISERIA MORAL DE LA EDAD MEDIA QUE PARECE QUE NOS VUELVE.
«Siveria» se convierte en una obra absolutamente necesaria en estos tiempos que estamos viviendo de regresión en el factor moral. Hasta el próximo 28 de Febrero, la podéis disfrutar en el Teatro Español con las actuaciones de Sonia Almarcha, Marc Parejo y nuestro entrevistado, que además es el director y productor de la función, Adolfo Fernández.
P: Contáis la historia de dos activistas, Yelena y Kristof que comparten piso en Rusia y tienen una página web, que se llama «Siveria», de apoyo a jóvenes LGTBI y que va en contra de las leyes gubernamentales que prohíben la propaganda homosexual. Aunque miremos a un país tan represivo como Rusia, tampoco podemos despistarnos aquí en España con el auge de la extrema derecha.
Adolfo Fernández: Ya sabes que los autores utilizan algunas veces alguna excusa para luego sobre un elemento muy determinado, muy particular, hablar sobre algo mucho más amplio. Y en el caso del colectivo LGTBI, siempre estamos pensando en los globalizadores, un activismo universal, porque estos abusos están ocurriendo en todas partes. Ocurre con mucha contundencia en Rusia, en la India, en los países árabes pero también hay una Europa que está sufriendo una especie de regresión, está conduciéndose hacia una miseria moral liderada por grupos de extrema derecha, grupos fascistas como aquí tenemos a Vox, que nos están haciendo dar una marcha atrás en esas conquistas que teníamos. Entonces se están viendo ahora casos, de chavales y chavalas que son agredidos por la calle, por su condición sexual, su significación y lo que es más grave, familias que expulsan a sus hijos de sus hogares porque sienten vergüenza y se sienten deshonrados. Esto es terrible. Y luego iglesias como la católica que imparten terapias reparativas, como si no tuvieran ellos que preocuparse de la cantidad de pederastas que han acogido en su seno, porque los han encubierto. Hay pederastas en todas partes pero imagínate una entidad financiera que, cuando descubre a un pederasta, en vez de denunciarlo a la policía, le cambia de sucursal, que es lo que ha estado haciendo la iglesia católica. Les está cambiando de colegios y de ciudades para que esas aves rapaces y carroñeras sigan actuando criminalmente contra los niños indefensos. Todo esto ahora se está agudizando de una manera muy radical y yo tengo miedo. Miedo porque en Cataluña mira lo que ha pasado que Vox tiene once, esa derecha tradicional que ha alimentado al bicho porque los únicos culpables de que exista ahora la extrema derecha es la otra derecha ladrona que se ha estado financiando con dinero público, con una caja B durante todo este tiempo y ha visto con buenos ojos a esa extrema derecha emergente, y se han reunido en Colón y les han blanqueado de alguna manera. Tenemos que tener mucho cuidado y estar muy preparados para combatir sobre todo la pobreza intelectual por un lado, y esa miseria moral de la Edad Media que parece que nos vuelve. Es triste.
P: Ahora mismo hay chavales que incluso comparten esos mensajes retrógrados de que en la simplicidad está la pureza
Adolfo Fernández: Se está viviendo la relación con la vida, las cuestiones sociales o los planteamientos políticos con cierto puritanismo. Como si estuviéramos jugando un partido de fútbol y perteneciéramos a un equipo, con esos mismos planteamientos simples. Esos programas intelectuales básicos, la bandera, la unidad de España, el miedo a los inmigrantes o el miedo a las mujeres, que ahora hay miedo a la mujer inteligente y preparada. Hay miedo a que te salgan hijos raros, desde el punto de vista de ellos, porque tú, de alguna manera tienes que elegir el tipo de hijo que quieres tener y si no te gusta, vas y lo largas fuera. Escuchas a esos chavales muy jóvenes moverse por estos planteamientos y dices, «¿qué pasa?». Echas un poco más atrás, y han hecho desaparecer la filosofía. Están precarizando la educación de una manera terrible, la investigación, el desarrollo y en fin nos estamos volviendo una sociedad más básica, primaria, patata y medievalista. Luego también tienen un gran poderío expansivo a través de las redes, y claro circula con más velocidad un pensamiento blando, tonto y pacato. Eso se expande con mucha más facilidad que el otro, el pensamiento inteligente porque hay que prestarle una dedicación, una atención, hay que mirarlo y darle tiempo, y así vamos. Ahora también te digo que depende de para dónde mires, yo produzco el espectáculo y me he rodeado de jóvenes. Toda la gente de mi equipo es una juventud de la que no estamos hablando ahora, y es una gente súper preparada, consecuente, educados en la realidad que viven y en fin, solidarios. Y ésa es la otra cara. Éstos son los que van a ganar, ya verás.
P: En la función hay un aspecto que se destaca muy importante que es «no hay nada más penetrante en la cordura de un ser humano que el hecho de ser rechazado por sus padres».
Adolfo Fernández: Desde el punto de vista de la psicología, parece ser que cuando un individuo nace en ese nido materno y se siente rechazado y expulsado, es como una huella indeleble para toda la vida. Es como si le hubiesen desnudado de un componente fundamental para seguir existiendo. Eso es lo que le pasa al personaje de nuestra historia, a Kristof, que en realidad desde que ha sido expulsado, todo su pensamiento está en querer recuperar eso que ha perdido. Es que es como incomprensible, que la persona que te ha dado ese viaje en su útero, que te ha sacado al mundo, que ha roto el cordón umbilical y dulcemente te ha trasladado a la vida para que respires, que te ha alimentado, que te ha preparado los desayunos cuando ibas a la escuela, que te ha abrigado, que te ha dado un besito de despedida y te ha deseado lo mejor, y que de repente, por una cuestión cultural, por un prejuicio, sienta vergüenza sobre ese ser al que ha llevado dentro. Y le expulse de su vida. Es que es algo antinatura. Yo que soy papá, siempre digo «¿qué es lo peor?», peor es que se te muera un hijo. Tú estás preparado para morir antes que tu hijo, pero no para que se muera él antes. Pues esto es lo mismo. Un hijo no está preparado para que su madre y su padre le desprecien y le echen del nido, es antinatura. Y entonces eso es lo que le pasa a Kristof, ése es el viaje al que se tiene que enfrentar luego a lo largo de toda su vida.
P: Y la página web «Siveria» no está mal escrita, la v puede ser «victoria» o «vergüenza»
Adolfo Fernández: El personaje del policía desde su lugar represivo ve vergüenza, vileza, vulgaridad y a la activista como vieja vencida o vacía. Y sin embargo, ella está reivindicando valores mucho más importantes que, también, se escriben con v, como por ejemplo Virginia Wolf, que fue una gran dama. Y «Siveria» también porque es la anécdota que cuenta un poco el autor, que es una pintada que habían hecho los adolescentes y sabían que tenía una falta de ortografía muy gorda, y la activista Yelena, la utilizó como nombre de la página web. Nos ha pasado la anécdota que nos han llamado diciendo, «oye, por favor, Siberia es con B» cuando lo publicábamos en instagram y había que explicarlo todo, una y otra vez.
P: Con Sonia Almarcha sí que habéis compartido seis espectáculos anteriormente, pero Marc Parejo sí que es la primera vez que está en una de vuestras producciones y además va a tocar ese piano de cola que tenéis en escena.
Adolfo Fernández: Marc Parejo aparte de un actor fantástico, tiene una formación musical y entonces quise aprovechar la jugada. Como en el texto de Javier Suárez habla del piano de cola, que es un poco el reflejo de Yelena que pertenece a un extracto social completamente diferente al de Kristof. Kristof viene de una familia de campesinos, mientras que Yelena ha sido burguesa y Kristof pues siempre le echa en cara a ella, que es más fácil ser lesbiana en una sociedad burguesa que te acepta y una madre que te quiere. Claro, esa es la diferencia entre ellos dos. Fíjate yo le daría la vuelta, te diría que es un ángel, Yelena, porque pudiendo vivir en una sociedad como esa sin ningún problema, pudiendo no mostrar sus sentimientos o no reivindicar sus ideas, pudiendo vivir una vida cómodamente en ese estado burgués en el que ella se pueden desenvolver, ha preferido implicarse, arriesgar y la está pagando. Entonces me gusta mucho esto. Por ello el piano de cola, y Marc que lo toca maravillosamente y sobre todo que canta el «Hallelujah» de Leonard Cohen, la versión de Jeff Buckley, y la canta maravillosamente.
El nombre no lo mire dos veces. No está mal escrito. Esa «v» de «Siveria» bien puede significar «victoria» o «vergüenza». El activismo del teatro debe avivarse de nuevo para denunciar lo que tiene que cambiar en esta sociedad. El teatro debe ser esa resistencia, y esa proclama constante de amor, libertad y compromiso. Esta función debe ser de las imprescindibles en su visionario de reflexión. No desaproveche la oportunidad.
Si queréis comprar entradas para alguna de las funciones, lo podéis hacer pinchando AQUÍ.
Y si queréis escuchar la entrevista con Adolfo Fernández, lo podéis hacer pinchando en este enlace:
https://www.ivoox.com/entrevista-adolfo-fernandez-siveria-audios-mp3_rf_65641393_1.html
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