TODOS LOS PERSONAJES DE DAVID MAMET TIENEN UNA COSA QUE APARENTAN SER, LUEGO TIENE OTRA QUE INTENTAN APARENTAR Y FINALMENTE LA QUE VERDADERAMENTE SON.

LaCulpa_fotoSergioParra_008Amantes del teatro, vaya buena cita que vamos a tener este fin de semana con «La culpa» en el Teatro Cervantes de Málaga. Los ingredientes son: temática de David Mamet de esa que nos hace pensar y estremecernos con esos dilemas actuales morales que sirven para mejorar en muchísimos aspectos, la versión de Bernabé Rico que estoy convencida que ha captado la esencia principal para hacerla teatralmente adictiva, el toque del maestro en la dirección como es Juan Carlos Rubio y un plantel de actores impresionantes empezando por Pepón Nieto, Ana Fernández, Magúi Mira y con el intérprete que hemos tenido el gusto de tener esta entrevista, Miguel Hermoso.

P: ¿De qué manera en esta ocasión David Mamet nos plantea estos retos morales que también son retos actorales para vosotros?

Miguel Hermoso: Cuando te llega un caramelo como este pues en primer lugar te alegras muchísimo y en segundo lugar, te remangas porque sabes que te va a exigir lo máximo y te vas a tener que romper la cabeza un poco para descubrir el laberinto del personaje. Todos los personajes de David Mamet tienen mucho misterio y tienen una cosa que aparentan ser, luego tienen otra que intentan aparentar, y luego tienen la que verdaderamente son. Son unos personajes llenos de capas, es un material valiosísimo para un actor que se quiera complicar la vida. A menudo en televisión, ya hago cosas donde el planteamiento es bastante sencillo y también es muy divertido, pero cuando pisas el escenario sobre todo cuando vas a estar dos años de gira como vamos a estar con esto, pues lo que te apetece es un material complejo como éste para que te obligue a dar lo mejor de ti y que te ponga las cosas difíciles.

P: ¿Cómo son las capas de tu personaje, Richard? Es el mejor amigo del protagonista.

Miguel Hermoso: Aquí hay un personaje central que es el que interpreta Pepón Nieto. Es un psiquiatra que ha tenido como paciente a un chico muy joven que luego resulta que se rebela como un psicópata que comete una masacre, entonces a nivel mediático y social el foco de la culpabilidad esta en él, cuando él a todas luces aparentemente no diríamos que es el responsable pero esto que hace Mamet es ponernos de relieve, una realidad que podemos leer en los periódicos día sí y día no. Es como que detrás de las historias a veces buscamos ampliar el circulo de la culpabilidad. Cuando se comete un crimen tan horrible como éste, que la sociedad no es capaz de asimilar, buscamos más allá y acabamos a veces con un exceso de «buenismo» culpabilizando a toda la sociedad (como por ejemplo al psiquiatra que le trató o a la madre que no supo darle el cariño necesario), y al final parece, y es la crítica de Mamet hacia una corriente un poco generalizada, que nos obliga a pensar que es que todos los hombres son buenos y que un adolescente no puede ser malo, sino que hay algo que le ha movido a actuar así. Y entonces da este pasito atrás que ahora mismo es una pequeña rebelión contra el «buenismo» y contra esta corriente que, yo creo que por exceso, tergiversa las cosas. El psiquiatra que interpreta Pepón recibe una presión constante tanto de su mujer, que interpreta Ana Fernández, como de su mejor amigo que encima es abogado que lo interpreto yo, para que testifique a favor del chico. Entonces, él ha estado tratando a un chico que se ha rebelado como un asesino y ahora resulta que tiene que decir ante un jurado que «pobre chico que está mal de la cabeza, que él no lo ha sabido tratar y que la sociedad le ha convertido en lo que es y por eso finalmente acaba cometiendo una masacre». A veces se nos olvida que las verdaderas víctimas son los muertos y no el asesino. Tampoco quiero que parezca que yo quiero darle la vuelta a la tortilla pero creo que Mamet nos pone en ese lugar difícil, donde tenemos que ser jueves de nosotros mismos y de nuestros principios. Ahí es donde digamos en la obra, no te pone en un lugar cómodo. El bien y el mal están muy claros desde el principio hasta el final y lo que tienes que estar, de hecho así lo trabajamos porque nos dirigimos al público fuera el jurado, y entonces como espectador tienes que estar ejerciendo ese juicio y poniéndote un poco a prueba sobre cuales son las motivaciones de cada personaje y según va dando pasos la obra se van revelando cosas nuevas. Está llena de giros y te sorprende cada escena, tu te formas una opinión y de repente Mamet te la tiro abajo.

P:  ¿Cómo habéis trabajado lo que me parece más complicado que es el ritmo de esta obra?

Miguel Hermoso: Te juro que es lo más difícil que tiene esta obra. Hacer que parezca fácil una cosa que, en realidad, es muchísimo más difícil que si tuviera un monólogo donde yo empiezo y yo acabo. Aquí los diálogos son como la vida misma, es decir, no nos dejamos hablar entre nosotros, nos interrumpimos, nos atropellamos y nos picamos unos a los otros. En la vida no importa si se te entiende o no, pero aquí se te tiene que entender, se tiene que entender lo que dice cada personaje hasta cierto punto. Entonces ha habido que hacer un ensayo meticuloso y ahí Juan Carlos Rubio es el rey, porque es el tío más puntilloso que he visto en mi vida, es un dolor de muelas de lo bueno que es, porque no te deja una. Hasta que no lo clavas, no te deja en paz y luego lo tienes que hacer así el resto de la gira. Pero tiene sentido y al final lo agradeces porque realmente está tan bien sincronizada la obra que parece que estás en una conversación auténtica y real, en la que a veces no dejas hablar al contrario, a veces le interrumpes y una cosa que vas a decir la repites tres veces, y la persona que tienes enfrente no te está escuchando. Todas estas cosas hacen que es que parezca verdad todo lo que estás viendo y al fin y al cabo, y simplificando, es de lo que va el teatro. Que eso te lo creas y parezca verdad. Mamet te lo deja en bandeja pero luego hay que hacerlo, y hacerlo requiere una especie de mecanismo y de relojería donde no puedes fallar. En cada función yo no tengo la tensión de que vaya a ser que se me olvide el texto, es de que no puedo fallar en el ritmo. Como se me escape el ritmo, es como un bailarín que si se retrasa un paso, ya va con el paso cambiado con respecto a sus compañeros y ya toda la obra está mal. Por suerte es breve, pero es una hora y cuarto de puro acelerón de adrenalina y no puedes perder la concentración, ni relajarte ni un minuto.

 LaCulpa_fotoSergioParra_002Les recuerdo la doble cita en el Teatro Cervantes de Málaga. Hoy podrán disfrutar de «La culpa» a las 20:00 y mañana domingo 12 a las 19:00. Es una oportunidad fantástica para que nos estremezcamos en el patio de butacas y podamos tener esas conversaciones a posteriori al salir de la función. Un gusto cuando el planteamiento está tan bien presentado como nos ha ofrecido Miguel Hermoso en esta entrevista, y que ya nos deja con la miel en los labios de pensar en sus culpas y en las nuestras propias. No se lo pueden perder.

Si queréis escuchar la entrevista con Miguel Hermoso, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

https://www.ivoox.com/entrevista-miguel-hermoso-la-culpa-audios-mp3_rf_35637098_1.html

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