EL HIJO DE LA PIEDRA

"Pedro de Urdemalas". Fotografía de Laura Vil
«Pedro de Urdemalas». Fotografía de Laura Vil

La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico 2 estrenó el pasado jueves su obra «Pedro de Urdemalas» ante un publico que llenó el siempre especial Corral de Comedias de esta edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro

«Pedro de Urdemalas» es uno de los textos menos conocidos de la trayectoria de Cervantes. Un personaje que pertenece a esa gran galería de pícaros españoles que recorre España intentando sobrevivir de la mejor manera que pueda mostrándonos a esos personajes que formaron parte de esa época.

De una manera muy acertada, todos los actores comienzan cantando desde el público. Hacen que se sientan como ellos, pueblo llano que se sentaba a ver una obra de teatro para luego subir al escenario a empezar a contar la historia. Tras el comienzo prometedor donde vamos ubicando personajes y la comedia va acrecentándose a medida que pasan las escenas, el desarrollo desde el intermedio va perdiendo el interés ya que la propuesta no se muestra tan extrema en sus planteamientos ni en quienes son protagonistas de esas escenas. Igualmente, dejando a un lado la mala pasada de los nervios de un estreno, me hubiera gustado ver en algunos actores una intención más cariñosa y acuciante a la hora de defender sus diálogos y lo que representaban. No se trata simplemente de marcar un gesto o decir las frases de una manera seguida, hay que creerse lo que uno lleva puesto y defenderlo con su propio trabajo previo, en el que cada actor pone lo mejor de si mismo.

"Pedro de Urdemalas". Fotografía de Laura Vil
«Pedro de Urdemalas». Fotografía de Laura Vil

Aún así, pude ver un gran trabajo en muchos de ellos. Kev de la Rosa lleva la comedia en la sangre y, tras un cuidado muy elaborado de su voz, le da una seguridad a sus personajes que es muy agradable de ver. También me gustó el buen hacer de David Soto y eso que no tenía mucho papel protagonista pero las ocasiones que está en el escenario le aporta una sensibilidad que me llegó y me divirtió en sus momentos más destacados y finalmente, la voz de Cristina Arias me parece de las más trabajadas en conjunto. Natalia Huarte me sorprendió con su voz en la rueda de prensa pero creo que estaba muy desaprovechada en los personajes que se le asignaron, mi deuda pendiente es verla en más proyectos y comprobar si me pudiera sorprender en otra faceta. El resto tenían atisbos pero posteriormente me faltaba algo más para que el resultado cómico fuera completo. En cualquier caso, si que el trabajo conjunto en escena funcionaba bastante bien y básicamente en las partes cantadas, se desarrolló una buena labor que ocasionaba una armonía que era muy agradable de disfrutar.

Me hubiera gustado conocer una propuesta más igualada en ese ritmo e intensidad en la comicidad. Que si le querían incluir algún aspecto actual en determinados momentos, fuera más fijado o más reiterativo y que no quedara como una mera anécdota de un momento concreto. Con una coherencia más seguida y firme, el resultado creo que hubiera sido más satisfactorio.

"Pedro de Urdemalas". Fotografia de Laura Vil
«Pedro de Urdemalas». Fotografia de Laura Vil

Es una gozada, en cualquier caso, ver una obra con tantos actores, movimientos de puertas y entradas y salidas en el Corral de Comedia. Hay una especie de sensación que todos los grandes autores transmiten sus ganas teatrales a través de la madera de toda esa estructura. Esperemos que les contagie a estos jóvenes actores y que puedan defender algo que haga relucir su talento en próximos proyectos. Que se produzca esa magia que el director, Denis Rafter, quería conseguir con este «Pedro de Urdemalas» y que se ha quedado en una prueba a la que le hemos descubierto el truco.

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