YO NO CREO QUE SE DEBA PASAR POR LA MÚSICA, SIN DEJARLE ALGO A CAMBIO. DEJAR ALGO DE MÚSICA QUE NO SE HAYA HECHO ANTES, PARA QUE LOS VENGAN DETRÁS TENGAN ALGO NUEVO, ES LO JUSTO.

Javi Ruibal
Javi Ruibal

Hay algo común en las inspiraciones artísticas o al menos que se convierte en una regla muy habitual. Los maestros no hacen un esfuerzo añadido porque sus descendientes se dediquen al mismo oficio. Pero yo me imagino en la tesitura de Javi Ruibal, en una casa de armonías y rimas y, en su inquietud de ir recorriendo de un lado a otro por esa Casa Ruibal, no podría escaparse irremediablemente de ser un creador talentoso y constante como su padre. Habla con sus maravillosos silencios y se denota esa sabiduría que va naciendo con la experiencia de la que ya ha dado pasos muy firmes como percusionista, baterista y colaborando en trabajos discográficos y conciertos de gente tan increíble como Diego Villegas o Dorantes. Le podría llamar como Javi Ruibal Jr, pero creo que se ha ganado el derecho de que le entreviste como Javier Ruibal de Flores Inchaurrondo.

P: ¿Te hubieras dedicado a este oficio de no ser por tu padre?

Javi Ruibal: No creo porque esas cosas, al final, son un poco naturales. Nunca nos ha obligado a nada pero claro, el entorno donde nos hemos criado era musical, entonces evidentemente si él hubiera sido otra cosa, hubiera sido mas difícil dedicarnos. Aunque nunca se sabe, porque si te gusta esto te llama la atención vengas de la familia que vengas. Quizás a nosotros nos lo han facilitado el estar rodeado de ello. No sabría decirte si hubiéramos sido artistas o no de la otra manera.

P: Particularmente, ¿qué fue lo que te atrajo de la percusión?. A veces parece que no es una labor suficientemente valorada

Javi Ruibal: Yo creo que tiene que ver con mi forma de ser. Hay una cosa curiosa que pasa en los conciertos y que comentaba con un técnico de sonido, que es que cuando llega el solo de percusión es algo tan visceral que la gente conecta muchísimo. Es como algo muy primitivo. Yo creo que está muy reconocido el trabajo de la percusión, de hecho es lo más cercano a la gente. La gente eso lo entiende bien, otras cosas no lo entienden tanto porque requiere de más profundidad musical y de mas conocimientos. Que no quiere decir que no lo valoren pero es que la percusión es muy directo.

P: ¿De cual de los trabajos que has hecho en los arreglos de las canciones de tu padre estás especialmente orgulloso?

Javi Ruibal: En general, no sabría con cual quedarme. Yo estoy muy contento con el disco que yo le produje, «Quédate conmigo». Ahí estoy muy orgulloso de cómo quedaron todas porque me gusta el disco. Independientemente de que yo haya participado, me parece un buen disco y eso te da mucha satisfacción cuando vas viendo que a la gente le gusta, y que ha correspondido a la carrera suya, no desentona y se han tomado decisiones que son acertadas. Ahí es donde más yo he dejado mi huella de todos sus discos. Eso te pone en una situación interesante porque, a la vez, que te está dando un lugar privilegiado en la música de esta país, pues también te exige a tí, a nivel particular, estar preparado. Y eso es también porque él viene de tocar con los mejores músicos de esta país, todos los que han estado participando en sus discos que ahora son figuras independientes como solistas.

P: ¿Cómo es vuestro trabajo en vuestro propio domicilio Ruibal y en el estudio?

Javi Ruibal: Él normalmente trae la canción que, en su caso, prácticamente es el resultado final. No te trae una cosa que luego vayas a dar con ella muchas vueltas. Él trae una cosa que tú sabes escuchar lo que hay ahí, prácticamente todos los arreglos están ahí y, nada más hay que saberlos ver. En el caso concreto mío, yo lo trabajo todo desde su guitarra. Todo lo que luego acaba tocándose con instrumentos, normalmente son cosas que están ya ahí en la guitarra. Lo único que yo intento es potenciar eso. No es un tipo de producción en el que se incorporan elementos que no estaban. Se trata de que si tu vas quitando elementos, quitas la guitarra acompañante y la percusión y tal, el tema siga teniendo la misma esencia. Y no cambie prácticamente.

P: ¿Cómo se encuentra ahora tu proyecto de Glazz?

Javi Ruibal: Estamos grabando un disco que está siendo especialmente laborioso porque cuando nos lo planteamos, nos pareció interesante la forma que es como los libros estos que había de «continúa la historia». El disco es un poco así. Eso ha llevado a un montón de quebraderos de cabeza y estamos en colaboración con el diseñador que nos hizo la portada y el libreto de «Cirquelectric». Tenemos ya siete temas y estamos grabándolo y esperando a terminarlo, para empezar a moverlo. A nosotros nos encanta este momento, pero la mayoría de los músicos les impone bastante el estudio. En vez de verlo como una oportunidad de con paciencia y repetición, llegar a un resultado, se ven como que lo tienen que hacer bien porque queda registrado. Nosotros somos técnicos de sonido, así que para nosotros es un entorno muy natural, no le tenemos ese respeto que a lo mejor le tiene otra gente que no sabe cómo son las tripas de un estudio y cómo se trabaja. Nosotros lo disfrutamos mucho.

Glazz junto a Miguel Ríos
Glazz junto a Miguel Ríos

P: Sois unos disfrutones de la música y la vida os hace regalos tan maravillosos, a veces, como tocar con Miguel Ríos

Javi Ruibal: Eso ha sido lo último que hemos hecho y la verdad es que como ahora estamos trabajando también con otros artistas en diferentes etapas y eso nos está dando muchas alegrías, lo que hacemos es seleccionar muy bien lo que hacemos con Glazz. Antes hacíamos muchas mas salas de concierto y pubs, ahora seleccionamos más porque tenemos menos tiempo y lo último que hicimos fue esta colaboración con Miguel Ríos. Cosas que llaman mucho la atención y que luego también son importantes para nuestra carrera. No quiere decir que un concierto pequeño no lo sea pero vamos seleccionando mucho más lo que hacemos.

P: Además de esa circunstancia, creo que también tenéis bien inculcado el no entrar en ese «circo mediático» en el que actualmente se mueve buena parte de la industria musical

Javi Ruibal: Independientemente de las copias que se vendan, es una cosa que nos da pudor porque se va a escuchar un millón de veces. Aunque sean doscientas personas que se pongan el disco todos los días, pero se va a escuchar muchas veces, entonces hasta que no nos encontramos tranquilos del resultado, no zanjamos nada. Eso también es una forma de compromiso con el oficio. Es una profesión que te da mucho y te hace vivir de una forma muy divertida, pero que luego hay que responder con cosas que merezcan la pena que trasciendan. Por lo menos, para nosotros. Si la gente se va olvidar de lo que has hecho a los dos meses, nosotros no estamos en eso. Estamos en otro tipo de música, digamos un poco más profunda y que a la gente le emocione, le llegue y le pueda acompañar el resto de su vida.

P: ¿Ves que vivimos en un momento de etiquetas musicales más que de influencias?

Javi Ruibal: Yo lo que veo ahora es que hay mucho ruido. Es un exceso brutal de opciones que no todas son muy buenas y que, en esta libertad de comunicación que hay ahora tan brutal que todo va a mucha velocidad por internet, si tú no tienes un criterio creado y no te has cultivado estudiando, escuchando o juntándote con gente con criterio, es muy difícil descubrir tus cosas. Porque las opciones son demasiadas. Por un lado parece más fácil el acceso a descubrir música y, por otro me parece que si tú no tienes tu trasfondo de donde estás o algo a lo que agarrarte y con qué comparar, difícilmente vas a descubrir cosas buenas. Te vas a quedar en ese panorama vacío. Hay un exceso de rapidez y la gente no se toma el tiempo de descubrir, de donde viene todo eso y quienes son los gestores de toda esa música, para saber quién está bien haciendo algo de mucha calidad hoy en día. Eso es difícil porque en las redes sociales y en internet, se está perdiendo la figura de gente que te aconseja contenidos, lo que eran programadores de radio y que te iban descubriendo discos, o el crítico musical en el periódico. Realmente, se ha democratizado un poco la música y parece que todo el mundo tiene criterio. Si todo el mundo tiene criterio, se multiplica por un millón y por eso hay gente que se pierde.

P: ¿Y cómo sigue el proyecto de «Casa Ruibal»?

Javi Ruibal: Es un espectáculo que nos planteamos de una forma temporal y que confiamos en que durante mucho tiempo, podamos ir haciendo. Solo que es un proyecto que lleva una estructura mayor que los conciertos que acostumbra a ver la gente de mi padre, pero cuando se reúnen las condiciones y podemos llevar a nuestro técnico de iluminación, el de sonido y toda la escenografía. Y que también coincidamos porque tenemos más dificultad en que todos tengamos una fecha disponible, porque tenemos carreras independientes además de tocar todos juntos, cuando se dan todas esas circunstancias que no es fácil, solemos hacerlo. Desde aquí, hago el llamamiento a programadores y gestores culturales de Andalucía, España y del mundo entero que estaremos encantados de que nos contraten.

P: Particularmente, ¿cuál es tu sueño por cumplir?

Javi Ruibal: Seguir como estoy. Me considero una persona muy privilegiada en mi forma de vida y no ambiciono ni la fama, ni ambiciono el dinero ni nada de eso. Como considero que tengo mucha suerte por cómo vivo y, en general, todo lo que me está ocurriendo, lo único que me gustaría es que siguiese así durante mucho tiempo. Como sueño, cada día se van cumpliendo como de repente te ves tocando el otro día con Miguel Ríos, que no me lo podía imaginar. Hace un tiempo que estoy empezando con un disco mío, que tampoco me lo había planteado y un día viendo que tenía cosas compuestas, pues decidí empezar a grabarlo por mi cuenta y son cosas que hay que ir saboreando tal y como te las encuentras. Pero quizás si te pones a ambicionar cosas, se vuelve menos natural y, al final eso se nota en el resultado.

Ese disco tan personal ha conseguido que Javi Ruibal se reúna con la gente con la que está trabajando últimamente y con la que él ha participado en sus discos. Le apetecía volver a vivir esa sensación con ellos y preparar un trabajo alrededor del mundo de la percusión. Se hará un recorrido por los puntos fuertes de la percusión en el mundo, habrá temas más flamencos y otros tirando más a la música africana o marroquí. Serán composiciones propias de Javi Ruibal, pero la instrumentación ha sido buscada para hacer un viaje alrededor del mundo a través de la percusión. Ansiosos estamos de descubrir esos rincones de melodías. Y que se cumpla otro de sus sueños. 

Si queréis escuchar la entrevista con Javi Ruibal, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-javi-ruibal-audios-mp3_rf_20519813_1.html

 

UNO QUERÍA HACER CANCIONES Y LIBRETOS, PERO CUANDO TE VES HACIENDO MÚSICA CON TUS HIJOS, ESO YA ES EL PREMIO GORDO. NO ESTABA ESO PREVISTO EN EL GUIÓN Y, SIN EMBARGO, OCURRE Y ES LO QUE MÁS HERMOSO LO HACE.

Javier Ruibal
Javier Ruibal

Y del talento heredado al maestro inspirador. Al juglar principal del teatro de la vida, que diría Enrique Alcina, y que describe perfectamente a una inspirador musical de emociones, al igual que es de los mejores en saber llevar un sombrero en el escenario. A esta periodista le ha hecho aprender siempre con sus palabras y con sus letras, en ninguno de sus trabajos ha conseguido que me quede impasible y sin emoción ninguna y, además, es uno de los valores sinceros por los que merece la pena dedicarse a esta profesión y difundir cultura. A sus hijos les transmitió la ilusión por el oficio, pero su público somos legado igualmente de lo que significa crear felicidad a través de este arte tan necesario. Yo cumplí otro sueño: entrevistar a Javier Ruibal.

P: ¿Se podrían resumir tus 37 años de profesión en una sola canción?

Javier Ruibal: De todas formas, a mi particularmente no me han pasado tantas cosas. La esencial es que he conseguido llegar a los que buscan canciones o músicas como las que yo cuento, y luego recibir el afecto que uno nota que eso está latente en el aire. Consigues mucha energía, mucho afecto y cariño. ¿Cómo sería resumir esos 35 años?. La canción tendría que decir «siento que me quieren y doy las gracias». Ese sería el estribillo. Por otra parte, lo que ido ocurriendo es que cuando uno arranca en su particular capricho, no sabe si va a poder poner una letra detrás de la otra, yo no digo una palabra sino una letras detrás de la otra, y con el tiempo uno se va forjando cierta habilidad para continuar y eso también es una sorpresa. Cada vez que sales al escenario y cantas, sientes que otra vez ha ocurrido el milagro. Otro día más, que alegría.

P: ¿Has pasado en tu trayectoria musical por etapas muy duras o muy sacrificadas?

Javier Ruibal: Mi abuelo lo decía y también lo dice mi madre: «lo que hay que estar en la vida es entretenido». Yo he estado muy entretenido. Lo demás puede ir regular pero tu tienes siempre tu deseo de seguir cantando y componiendo, eso está ahí, está latente y es lo que toca. Yo no tengo especial queja de ninguna adversidad porque ninguna ha sido horrorosa. Todo ha sido más o menos en lo previsible. Cuando eliges lo que haces y eliges dar rienda suelta a tu capricho personal, también sabes que no te estás poniendo en sintonía con las masas, sino con algunos buscadores de música especiales o distintas, pero también sabes que hay una buena parte del público que no te va oír jamás, a no ser que sea un primo que tenga un disco tuyo y se lo ponga por casualidad. Entonces yo sabía desde el principio que el camino iba a ser así, para meditárselo y para pensárselo. Que no iba a ser de autopista, vamos. Eso no me hace daño porque yo lo sabía.

P: ¿Nunca has querido tirar la toalla?

Javier Ruibal: Es que tampoco cuando empecé tenía tan claro que podría seguir. Es algo bastante relativo. Si uno hace una composición de ambiciones al principio, de llegar a mucha gente y de tener una carrera muy exitosa, vender muchos discos y luego no te sale, te agarras un cabreo tremendo. Pero como esa no era la intención, sino era «a ver cuanta gente vibra con esto», y nunca ha faltado la suficiente, no digo la imprescindible porque siempre ha habido más que la imprescindible, y nunca he predicado más en el desierto, pues aquí no habido más que un trámite de «yo te doy y tú me das». Los dos miramos de una misma manera, tenemos una misma emotividad, sentimentalidad y pensamos igual del teatro de la vida, viendo la obra desde el mismo lado y hacemos deducciones e interpretamos lo que vemos desde ese mismo lado, que no es el de otros, pues entonces está todo en paz.

P: Creo que eres también un maestro en tomarte con calma la preparación de tus discos y que sea una experiencia inolvidable siempre para el público, porque sabe el trabajo que has empleado para hacerlos. Y encima es un legado que están aprendiendo también tus hijos

Javier Ruibal: Las prisas no son buenas. Como dicen los africanos, la prisa mata. Hay que andar al ritmo que cada uno puede. El que pueda correr la maratón,  que la corra. Esa criatura es incapaz de ir andando a cualquier sitio. Cada uno que vaya a su ritmo que lo importante es el tránsito y el paseo. Tanto el que corre la maratón como el que va a pasito pulga, terminará su vida de la misma manera. No hay que ir con ese enloquecimiento. En esto de la música, ya ocurre que como es un negocio muy productivo, hay quién fomenta la cosa rápida para el rápido consumo, pero eso te contenta para un rato. Hay gente que no puede vivir sin esa música y que cualquier canción tipo las mías, les parece un tostonazo o piensa que eso no hay quién lo aguante o este tío de qué habla. Aquí cada uno elige por qué puerta quiere entrar y por cuál quiere salir. Todos venimos y vamos al mismo sitio. Les pediría simplemente a los que andan con tanta prisa haciendo canción mimética, que les echaran un poquito de mejores ingredientes. Se pueden hacer cosas muy sencillas con la música, con muy poquito se puede componer algo pero, por favor, que nos den de comer algo más rico. Ya sabemos que el «fast food» es sólo porquería. Solamente les pido que usen mejores ingredientes porque luego los artistas que las interpretan, son gente con mucha ilusión y que tienen una voz bonita, muchas ganas y mucha juventud, pero que no les usen ni les utilicen para detrimento de la música, que lo que ocurre es que al final el resultado es una cosita muy párvula. Vamos a hacer algo más adulto en ese sentido y hagamos las cosas con un poquito más de seriedad. Es lo único que yo les pediría. Ya que se están forrando, que lo hagan de una mejor manera.

P: A mí me hiciste recientemente un regalo inolvidable de cumpleaños, pero ver a tus hijos en el escenario contigo disfrutando con tu misma pasión, debe ser un regalo indescriptible

Javier Ruibal: Eso está más allá de lo que uno podía preveer. Uno quería hacer canciones y libretos, pero después verte haciendo música con los hijos, eso ya es el premio gordo. No estaba eso previsto en el guión y, sin embargo, ocurre y es lo que más hermoso lo hace. A mí ya como mero padre, aunque no fuéramos artistas, me da la satisfacción de que ellos quieren hacer el arte poniendo su alma ahí y su emotividad. No hacer algo para buscarse la vida, sino algo para vivirlo en profundidad, sentirse parte del arte que practican y, en ese sentido, un papá quiere que sus hijos sean serios y formales en lo que hagan y lo son. Encantadísimo estoy.

Javier Ruibal
Javier Ruibal

P: Igual que a tus hijos les has enseñado grandes valores musicales, tu público también hemos tenido enseñanzas con tus canciones y han podido pasar en distintas generaciones. ¿A tí eso te llega?

Javier Ruibal: Claro pero empieza, incluso, por mi hija que es la más jovencita. Ella escuchaba muchas músicas y conocía las mías porque las había oído en casa pero nunca se había parado a oír realmente qué decían las canciones. Cuando tenía 15 años de pronto un día me dijo  muy emocionada, «estoy escuchando tus canciones y siento unas cosas preciosas». Eso es muy emocionante. Las canciones si contienen mensajes es para el alma, en el supuesto de que el alma exista que yo creo que si no, habrá algo muy parecido porque si no seríamos todos unos tarugos. Esas canciones no tienen tiempo y pueden estar rondando por ahí mucho tiempo, de pronto puede haber alguien a quién les llegue, pero personas incluso de mi edad y un poco más jóvenes que, de pronto, te conocen y se aficionan mucho. Más milagro.

P: Crees que en estos tiempos más convulsos donde hace falta más amor, respeto y solidaridad, ¿el valor de la música se hace más fundamental?

Javier Ruibal: Desde principio de la humanidad, vienen ocurriendo barbaridades tan tremendas pero ahora hemos llegado a un nivel de conocimiento suficiente y de compromiso entre todos, que hay ciertas cosas sangrantes y tan infames que no deberían pasar. La canción ahí sólo puede estar para el momento que tú no tienes otra cosa en la cabeza. Oír la canción y si algo bueno te deja en tu sentimentalidad, debería traspasarse a la vida cotidiana. Se han cantado tantas canciones asombrosas y que dicen cosas tan esenciales para la vida, que sabemos todos cuál es el discurso, sabemos de sobra qué es si y que es no, que está bien y que está mal. Lo dicen las canciones pero también lo dicen las leyes y declaraciones de derechos humanos. Somos muy bestias y no somos capaces de terminar de comprometernos con eso. Yo creo que lo que se necesita es una cierta espiritualidad, no basada en ninguna religión concreta ni en ninguna filosofía concreta, sino más bien en un sentimiento de hermandad y de ponerse en positivo y de tener compasión del que sufre e intentar ayudar en lo que uno pueda. Al tiempo de no dejar de ser tú y de vivir tu vida, porque cada uno ha venido a resolver la suya. Pongamos que si la canción contiene ciertas directrices y pequeños consejos para nuestra mejora espiritual, yo creo que por eso da coraje cuando hay tantísima canción que repite las mismas frasecitas, que hablan de un amor lleno de almíbar y que no existe porque en el amor tienen que saltar chispas y, al mismo tiempo, tiene que ganarse diariamente la confianza en el otro. Son cosas así tan superficiales que da rabia. Ya cuando encima en alguno de esos soportes musicales, digamos cuestionables, aparecen barbaridades machistas, sexistas y de una vulgaridad y una ordinariez tremenda, como ocurre con una buena parte del reggaeton, a mí eso ya me parece de denuncia. Ir a comisaría y denunciarlo. Son cosas contrarias a principios esenciales del respeto que los humanos nos debemos y, al mismo tiempo, son contraculturales. Van en contra de la buena educación o formación que el ser humano merece. No puede ser que los críos estén en un colegio o en un instituto, mejorando sus conocimientos y que luego salgan a la calle oyendo barbaridades así. No hay derecho. Y ahí ya como padre, aunque los míos ya estén muy grandes, me parece una auténtica estafa. Que ocurra eso, es una estafa.

P: Me hace pensar en que seguimos en la prehistoria y no en el s.XXI y que no se justifica que sea algo que sirva solo como mero entretenimiento

Javier Ruibal: Auspician o incitan a una bajeza de intenciones y de actitudes que son realmente de denuncia. Son auténticas violaciones verbales de los derechos de la mujer. Aquí una de las peores cosas que sigue ocurriendo es que la mujer es un cero a la izquierda y todo es el hombre. Se supone que luego hay leyes que protegen tanto a varones como a mujeres y resulta que nunca cae la pelota del lado de la mujer, siempre del hombre. A la mujer nada se le pone fácil, así que si encima las leyes que se hacen para defender que ellas estén bien, se utilizan para que estén mal, es para decir «apaga y vámonos». Todo eso tiene relación con las canciones, con el cine, con lo que se lee y con lo que se dice o la banalidad del cotilleo televisivo. Todo eso hace que las personas que van creciendo, anden con un montón de desquicies que son contrarios a la educación y al respeto.

P: ¿Cuando tendemos disco nuevo?

Javier Ruibal: Yo espero irlo intercalando con la gira que aún me queda (hasta mayo de 2018). Para el disco del 35 aniversario, escogí algunas canciones que tenía para el disco nuevo y las puse ahí, porque pensé que es de «bien nacido, ser agradecido» y dejar letras a la gente que te apoya. Eso me dejó con el disco a la mitad y ahí voy escribiendo. Poco a poco, van saliendo las canciones y ya sabes que yo no soy de la maratón. Seguramente en este año ya tendremos un disco nuevo.

P: Me toca sufrir con mi Unicaja de baloncesto. ¿Te tocará a ti con tu Cádiz?

Javier Ruibal: Nosotros celebramos siempre la permanencia más que los ascensos, porque en los descensos callamos educadamente para no hacernos daño. En los ascensos llegamos a estado de euforia pero no llegamos a culminar con tanta frecuencia, así que las permanencias son nuestro estado habitual. Como el mío en la vida, permanecer. Lo importante es salir al campo y jugar. No dejar de jugar un día o terminar jugando a un nivel que no te corresponde. A mí lo que de verdad me da satisfacción, es que la gente tenga un pequeño motivo de alegría. No soy un futbolero enfermo ni tampoco los condeno como mucha gente. El fútbol, como tantas cosas, son diversiones. Y si a la gente le distrae y le da alegría una semana que el equipo gane el domingo, pues está bien. Yo no soy muy aficionado pero sé que hay mucha gente que, por lo menos, lunes, martes y miércoles se lo pasan más aliviados. Y el domingo a sufrir a ver que pasa.

Las buenas personas también demuestran una humildad exquisita y Javier Ruibal me la brinda en cada conversación que he podido tener con él, y es también un hecho a alabar el que quiera seguir en su carrera dando lo mejor de su creatividad para corresponder a ese amor que le han demostrado en estos años de carrera, y a la vez estoy convencida que seguirá arriesgando. Tiene tiempo incluso para recomendarme buen cine con un director, que también cocina sus películas a fuego lento, en doce años sólo ha hecho tres películas. Es Jaco Van Dormael con los títulos «El nuevo testamento» y «Las vidas posibles de Mr.Nobody». Ahí me queda demostrado que podemos encontrar, si nos dejamos guiar por las mejores inspiraciones y conocimiento, hacia emociones que nos lleguen desde disciplinas culturales diferentes. Lo que les une es el arte y la honestidad con que lo hacen. Eso siempre hay que apoyarlo y difundirlo, y no cesaremos en esa tarea. 

Si queréis escuchar la entrevista con Javier Ruibal, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-javier-ruibal-concierto-live-the-roof-audios-mp3_rf_20519841_1.html

¡Compártelo!
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter