Crítica «Aguas Oscuras»
La historia es para descubrirla. Un trabajador del campo acude a la ayuda de un conocido abogado, nieto de una vecina donde reside, para que le ayude a demandar a una industria química donde ha podido demostrar con pruebas fehacientes que por los vertidos que hace al río de su comunidad, sus animales están cogiendo distintas enfermedades y muriendo en muchos de los casos. Advierte de tal peligro porque también las familias están consumiendo esa agua, detectándose también los efectos secundarios de tal acción en la población.
Nos encontramos, por tanto, en otro ejemplo del pequeño contra el grande. En esta ocasión, «Aguas Oscuras», dirigida por Todd Haynes, quién particularmente me fascinó con «Lejos del cielo», carga en el protagonista a Mark Ruffalo como el letrado que acogió este caso para ir contra la empresa que por fabricar sartenes de teflon tiraba diversos productos químicos al mar. La película está basada en un artículo del New York Times en el que se exponía toda la información al respecto.
Mark Ruffalo no sólo interpreta al abogado Bob Bilott, si no que también produce la misma. Si queréis verle completamente irreconocible de todos los trabajos anteriores que el actor ha realizado, ésta es vuestra oportunidad. Físicamente es un cambio brutal e igualmente en lo que es la compostura del propio personaje. Muy serio, atento, sin dejarse intimidar y con esa precaución constante de no dejarse engañar e ir a por una causa justa con todas las consecuencias para él y su familia.
La dificultad con este film es el que tienen estos trabajos que duran alrededor de dos horas. Si el ritmo no es lo suficientemente interesante, o le van añadiendo alicientes a medida que se va avanzando en la investigación, en muchas ocasiones resulta monótono, especialmente con ese ambiente oscura que denosta hostilidad y que le gusta utilizar a Todd Haynes, funcionando muy bien en «Lejos del cielo», pero si bien es cierto que en «Aguas Oscuras» no ayuda a que se preste toda la atención que se merece, y la sensación es de saber que es una historia interesante pero que se hace excesivamente larga. De todas formas, es un gran trabajo para ir descubriendo las «aguas oscuras» particulares de los organismos de poder, y que cada uno se lo aplique a lo que más cercanamente conozca.
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